El nombre de este departamento y de su capital
sugiere la existencia de leyendas y de mágicos poderes que brotaron en los
inicios de su existencia y durante la acción evangelizadora de los franciscanos
de la colonia.
La creación de la fuente conocida con el nombre de
Ykua Bolaños (fuente o surgente Bolaños) se atribuye a un acto milagroso con
que el sacerdote aplacó la ira y la ansiedad con que un atormentado cacique
buscaba agua para sí y para su tribu.
Con un gesto pontifical, Fray Luis de Bolaños logró que de la roca brotara agua
y desapareciera por siempre la tribulación provocada por las sequías. Desde
entonces, quien bebe esta agua queda atrapado por una magia que lo ligará por
siempre con Caazapá.
La ciudad de Caazapá se distingue por el patrimonio cultural e histórico
forjado por los franciscanos. Su iglesia dedicada a San Pablo conserva retablos
e imágenes tallados en madera. La capilla de San Roque es una obra original del
siglo XVII, las casas que conservan el estilo colonial y las tradiciones
populares que siguen teniendo vigencia, confieren un atractivo especial a la
ciudad y a su gente.
La feria industrial y artesanal y el Festival Ykua
Bolaños que todos los años se lleva a cabo en el mes de enero en la ciudad de
Caazapá forman parte del cuadro de atractivos con que se convoca a los turistas
locales y extranjeros.
Un centro que gana espacios en el desarrollo de la
zona es la ciudad de San Juan Nepomuceno. Concentra buena porción de la
producción agrícola de la zona, su área de influencia se extiende a otras
comunidades y tiene ofertas para satisfacer la demanda turística interna.