Ubicado
en el vértice que forma la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay, el
Departamento de Ñeembucú es el único que tiene costas sobre estos dos grandes
cursos de agua.
El
territorio se caracteriza por su suelo sedimentario, planicies inundables y
humedales permanentes. En toda su extensión exhibe una bella naturaleza y es un
muestrario de lugares históricos.
Pilar es
la ciudad principal de Ñeembucú. Entre sus atractivos conserva el edificio del
Cabildo, grandes casonas, la basílica menor de la Virgen del Pilar, calles y
avenidas ornamentadas con follajes y esculturas. Todos los años, Pilar es sede
de un gran festival de arte en el cual se presentan ballets, grupos musicales y
elencos de teatro de distintas ciudades de la región.
La guerra
de la Triple Alianza dejó su marca más visible en la ciudad de Humaitá. Allí
está la ruina del templo de San Carlos Borromeo; restos de la Batería Londres,
el edificio que fue cuartel del Mariscal López, vestigios de trincheras y
pedazos de armas y municiones conservados en museos.
Isla Umbú
es otro distrito de Ñeembucú que tiene historia que contar y patrimonio que
exhibir. Su iglesia, imágenes, antiguo cuartel, museos militares y
construcciones antiguas forman parte de sus atractivos.
El cuadro
de atractivos del Departamento de Ñeembucú depende de su exuberante naturaleza,
tanto en el recorrido de sus campos y humedales como la navegación en sus ríos.
Los paseos fluviales y la pesca deparan al turista momentos de indudable
placer. Los interesados en repasar los episodios históricos tienen las ruinas,
barcos hundidos, museos, monumentos, campos de batalla y antiguos campamentos.